Se presenta cuando las glándulas sexuales producen pocas o ninguna hormona. En los hombres, estas glándulas (gónadas) son los testículos y en las mujeres son los ovarios.
Deficiencia gonadal
La causa del hipogonadismo puede ser "primaria" o "central". En el hipogonadismo primario, los ovarios o los testículos no funcionan apropiadamente y entre algunas de sus causas se puede mencionar:
Los trastornos genéticos más comunes que causan hipogonadismo primario son: el síndrome de Turner (en las mujeres) y el síndrome de Klinefelter (en los hombres).
En el hipogonadismo central, los centros en el cerebro que controlan las gónadas (la hipófisis y el hipotálamo) no funcionan apropiadamente y entre algunas de sus causas se pueden mencionar:
Una causa genética del hipogonadismo central que también disminuye el sentido del olfato es el síndrome de Kallaman en los hombres. Los tumores más comunes que afectan la hipófisis son el craneofaringioma en niños y el prolactinoma en adultos.
Las niñas que tienen hipogonadismo en la infancia no empezarán a menstruar. La enfermedad puede afectar el desarrollo de las mamas y la estatura. Si el hipogonadismo ocurre después de la pubertad, los síntomas abarcan:
En los niños, el hipogonadismo en la infancia afecta el desarrollo muscular y de la barba y lleva a problemas de crecimiento. En los hombres, los síntomas usuales son:
Si se presenta un tumor cerebral (hipogonadismo central), pueden darse:
Las personas con anorexia nerviosa (estar a dieta excesivamente hasta el punto de presentarse inanición) y aquéllas que se someten a pérdida de peso extrema y rápida, como se observa después de la cirugía de derivación gástrica, también pueden experimentar hipogonadismo central.
Se pueden hacer exámenes para verificar:
Otros exámenes pueden abarcar:
Algunas veces, se necesitan estudios imagenológicos como una ecografía de los ovarios y, en caso de sospecharse una enfermedad de la hipófisis, se puede hacer una resonancia magnética o una tomografía computarizada del cerebro.
Los medicamentos a base de hormonas están disponibles para hombres y mujeres. Los estrógenos vienen en forma de pastillas y en un parche. La testosterona se puede administrar utilizando un parche, un producto que penetra a través de las encías, un gel o una inyección.
Para las mujeres a quienes no se les ha extirpado el útero, se recomienda a menudo una combinación de estrógenos y progesterona para disminuir las posibilidades de desarrollar cáncer endometrial. Las mujeres con hipogonadismo que presentan disminución en la libido también pueden tomar testosterona en dosis bajas.
En algunas mujeres, se pueden utilizar inyecciones o pastillas para estimular la ovulación. En cambio, en los hombres, se pueden utilizar inyecciones de hormona hipofisaria para ayudarles a producir espermatozoides. Otras personas pueden necesitar cirugía y radioterapia.
Muchas formas de hipogonadismo se pueden tratar y tienen buen pronóstico.
En las mujeres, el hipogonadismo puede causar infertilidad. La menopausia es una forma de hipogonadismo que ocurre de manera natural y que puede causar sofocos, resequedad vaginal e irritabilidad a medida que disminuyen los niveles de estrógenos de la mujer. El riesgo de osteoporosis y cardiopatía incrementa después de la menopausia.
Algunas mujeres con hipogonadismo optan por tomar terapia de estrógenos, particularmente aquellas que tienen una menopausia temprana (insuficiencia ovárica prematura). Sin embargo, existe un pequeño pero significativo aumento del riesgo de cáncer de mama y cardiopatía cuando se utiliza la hormonoterapia para el tratamiento de los síntomas de la menopausia.
En los hombres, el hipogonadismo ocasiona pérdida de la libido y puede provocar:
Los hombres normalmente tienen menos testosterona a medida que envejecen, pero la declinación no es tan drástica ni tan exagerada como la disminución en las hormonas sexuales que experimentan las mujeres.
Consulte con el médico si nota:
Tanto hombres como mujeres deben ponerse en contacto con el médico si tienen dolores de cabeza o problemas visuales.
Mantenga un peso corporal normal y hábitos alimenticios sanos para prevenir la anorexia nerviosa, pero es posible que no se puedan prevenir otras causas de esta afección.
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